Psoriasis: una mirada desde tres perspectivas

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Vivir con psoriasis es recorrer un camino donde se entrelazan la ciencia, las emociones y la paciencia.
Lo comparto desde tres perspectivas que forman parte de mí: soy paciente con psoriasis, familiar de alguien que la padece y dermatóloga.
Cada una me ha enseñado algo distinto sobre esta condición, ayudándome a comprenderla más allá de lo que muestran los libros… o la piel.

Psoriasis desde la mirada del paciente

Vivir con psoriasis es experimentar lo que muchos solo leen: el picor constante, las lesiones que aparecen sin aviso y los días de inflamación y descamación.
Comprendí que la psoriasis no solo afecta la piel, sino también la autoestima, la calidad de vida y la relación con los demás.

Con el tiempo aprendí que mantener una rutina de cuidado dermatológico, seguir el tratamiento indicado y cuidar mi bienestar emocional marca la diferencia. La piel responde mejor cuando aprendemos a cuidarla con constancia y amabilidad.

Psoriasis desde la mirada del familiar

La psoriasis también deja huellas en quienes acompañan. Ver a un ser querido sentirse incómodo o temer ser juzgado no es fácil.
Entendí que el apoyo emocional es tan importante como la medicación. Una palabra de comprensión puede aliviar tanto como una pomada.
La empatía y la paciencia son, muchas veces, el mejor tratamiento compartido.

Psoriasis desde la mirada dermatológica

Como dermatóloga, sé que la psoriasis es una enfermedad inflamatoria, sistémica y crónica, mucho más compleja que una simple afección cutánea.
Se trata de una condición inmunomediada, que puede asociarse con otras enfermedades como la artritis psoriásica o trastornos metabólicos. Por eso requiere un enfoque integral y personalizado.

En Isispharma creemos que el tratamiento dermatológico debe ser preciso, humano y empático: escuchar, educar y acompañar al paciente es tan importante como elegir el medicamento adecuado.

Consejos para cuidar la piel con psoriasis

  • Hidrata la piel todos los días, preferentemente después del baño, con cremas sin fragancia y de alta tolerancia.

  • Evita rascarte, aunque el prurito sea intenso; usa compresas frías o productos calmantes.

  • Protege tu piel del sol. Aunque la luz solar puede ser beneficiosa en algunos casos, utiliza fotoprotector dermatológico y evita exponerte en las horas con mas radiación UV entre las 10 a.m. y las 4 p.m.

  • Mantén hábitos saludables: alimentación equilibrada, ejercicio regular y descanso adecuado ayudan a controlar la inflamación.

  • Reduce el estrés, ya que puede desencadenar brotes. Practica técnicas de relajación o meditación, y si lo necesitas, busca apoyo psicológico.

  • Consulta a tu dermatólogo regularmente. Cada piel es única, y los tratamientos para la psoriasis deben adaptarse a cada persona.

Vivir con psoriasis: un camino de resiliencia

Hoy, después de haber vivido la psoriasis desde estos tres lugares, puedo decir que me enseñó resiliencia y empatía.

Recordé que detrás de cada piel hay una historia, una lucha y una esperanza.

No se trata solo de controlar una enfermedad, sino de aprender a vivir con ella sin perder la confianza ni la alegría.

A quienes viven con psoriasis, les digo: no están solos. La piel puede cambiar, pero la fuerza y el valor permanecen intactos. Siempre hay nuevos tratamientos, nuevos productos dermatológicos y nuevas formas de sentirse bien.